«Crítica. Ánima de cañón.» Ángel L.Prieto de Paula en Babelia
«Muchos lectores tuvieron la primera noticia de Miguel Ángel Velasco (Mallorca, 1963-2010) cuando publicó La miel salvaje (2003), el libro al que se le concedió el Premio Loewe; pero el autor era aquel jovencísimo Miguel Velasco (sin su segundo nombre) que había asombrado con el verbalismo surreal de Las berlinas del sueño (1982; premio Adonáis 1981), precedido dos años antes, casi un niño aún, por Sobre el silencio y otros llantos. Ese reconocimiento temprano no lo cegó y, desconfiado de su oficio de palabras, terminaría enmudeciendo para encontrar su camino».
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