«Desde el fondo de los campos» Extracto de la hoja promocional enviada por la Fundación Ortega Muñoz
«La confrontación, la relación, la “cuestión†entre muerte y vida son connaturales al acto mismo de poetizar, tautológicos de algún modo. En los años de escritura de este libro, la segunda mitad de la década de 1950, el autor vivÃa en un “contexto atenuante, en un salto de la civilización pródigo de laceracionesâ€. La muerte de su madre en 1959 habÃa dado una especie de crisma de religioso dolor a dichos pensamientos, que cuajaron en uno de los grandes libros de la poesÃa contemporánea.
Desde el fondo de los campos tiene muchos puntos en común con algunos libros anteriores de Luzi (incluso desde un punto de vista lingüÃstico), pero supone un paso más un avance desde la estaticidad hacia la participación directa, desde el desierto a los campos: ahora el paisaje se hace más real al poblarse no sólo de objetos simples de la vida diaria, sino sobre todo de seres animados (casi siempre en grupos, en bandadas o rebaños). A través de los pinceles de la poesÃa se consigue visualizar al yo y con él al cosmos, a través de la palabra se desciende hasta el fondo de los campos, para resurgir después con un conocimiento más profundo. O, dando la vuelta a la imagen del descenso, se nos presenta la vida como un itinerario por una cuesta empinada o como un vuelo hacia lo alto, en busca de una verdad inalcanzable que siempre será un misterio, en el que será necesario lanzarse en picado desde las nubes, desandar el camino trazado. Por ello, en la construcción del poema prima la voluntad “filosófica†de que su estructura misma se corresponda con la naturaleza reflexiva del pensamiento poético, que toma cuerpo en la disposición tipográfica, en los encabalgamientos bruscos, en el continuo recurso al hipérbaton, en versos y versos que se alargan y se extienden “serpenteantes†y sin comas, hasta llegar sin aliento al punto final».
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