FOTO: Luis RuÃz del Ãrbol
Cuando hablamos de poesÃa muchos podrÃan pensar que es simplemente una manera bonita de decir las cosas, pero la poesÃa es algo más. Quizás sean los niños los que primero perciben ese algo más. Perciben que la poesÃa es también ritmo, movimiento, estética, creatividad...
Los educadores (tanto los padres como los que nos dedicamos profesionalmente a ello) sabemos que no basta un desarrollo cognitivo de los niños en la escuela, sino que debemos fomentar también un desarrollo afectivo que propicie un desarrollo integral de sus capacidades y logre un aprendizaje significativo de todas ellas. Y es aquà donde gracias a la poseÃa encontramos ese elemento clave para la educación de los niños. En sà misma es un recurso integral, en cuanto que unifica diferentes conocimientos, tanto cognitivos como afectivos que la llevan a ser una pieza fundamental de la educación, el recurso ideal para estas edades.
Quizás pueda parecer una teorÃa difÃcil de llevar a la práctica pero no es asÃ. Ya desde los primeros años utilizamos la poesÃa como medio de expresión para facilitar a los niños el proceso comunicativo. Lo más sorprendente es que se ha hecho desde siempre; seguramente, de forma inconsciente, por ejemplo, cuando se le canta una nana a un recién nacido. Ya desde entonces partimos del ritmo, algo innato en nosotros pero que debemos enseñar a apreciarlo. La poesÃa lo aprovecha para desarrollar las habilidades comunicativas a través de la expresión verbal de sus rimas.
Las primeras necesidades de los niños que debemos educar son sus habilidades comunicativas - sin comunicación no puede haber aprendizaje, ya que el hombre es un ser social por naturaleza - con diferentes medios de expresión de lenguaje verbal, corporal, con la musicalidad que la poesÃa introduce, con su sentido estético, que proporciona una percepción del entorno necesaria para saber interactuar con él y comunicarse.
La poesÃa es el recurso educativo por excelencia en infantil, donde fomentamos multitud de valores estéticos necesarios para un desarrollo correcto e integral de los niños. A medida que van creciendo utilizamos igualmente la poesÃa, porque también hay que potenciar la memoria auditiva, visual, rÃtmica...
Partimos ya, en Primaria, de niños que consiguen expresarse, aprenden a leer, a escribir y se comunican con su entorno de una manera adecuada. Pero debemos seguir ayudándoles en ese proceso comunicativo y al mismo tiempo potenciar a través de poesÃas su memoria auditiva y visual, necesaria para el aprendizaje de conceptos cada vez más complejos, favoreciendo de igual modo el lenguaje verbal y, por tanto, la asimilación del nuevo vocabulario de manera que lo integren y asimilen y sean capaces de utilizarlo. Los niños son capaces de utilizar cualquier tipo de vocabulario, muchas veces su manera tan infantil de hablar es porque nosotros les condicionamos para que hablen asÃ.
Y es aquà donde podemos ayudarnos de la poesÃa para que su vocabulario sea muchÃsimo más rico y para que empiecen a utilizarlo. Por eso no puede quedarse en un mero recitar de poemas o una simple memorización, hay que animarles y ayudarles a que ese vocabulario lo hagan suyo y lo utilicen de manera habitual, por ejemplo, dramatizándolas, creándolas ellos mismos a partir de un tema o de una situación cotidiana.
La poesÃa contribuye de esta manera a un aprendizaje activo, a un método global que, si bien en la educación infantil es imprescindible, debe también continuarse en la educación primaria en cuanto que formamos personas en todos los aspectos, no sólo el académico.
Como recurso educativo la podemos relacionar con multitud de lenguajes presentes en la escuela; desde el lenguaje verbal ayudando a la memoria y la expresión, hasta el lenguaje psicomotriz, donde el ritmo, movimiento y la musicalidad que confiere, ayuda a dramatizar las obras proponiendo nuevos aprendizajes artÃsticos y fomentando la creatividad. Contribuye en el desarrollo de esta creatividad necesaria para un desarrollo propicio de la imaginación que se extiende a todos los campos educativos, ya que con ello ayudamos en la resolución de conflictos de cualquier género, desde lógico-matemático hasta moral.
Es la poesÃa un instrumento muy útil para la educación de valores y la introducción a otras culturas, a la diversidad de toda Ãndole donde fomentando una escucha activa nuestros alumnos aprenderán a entender otras culturas, otros paÃses…, en definitiva, otras costumbres, que les ayudarán a desarrollar valores de tolerancia, solidaridad y respeto.
Utilizamos la poesÃa como fuente motivadora, como animación a la lectura, porque los niños nacen con esa capacidad poética, con esa estética manera de expresarse. Nacen con ello y eso hace que les resulte más fácil apreciarla y desarrollarla. La poesÃa es un torrente de rebeldÃa, de apertura de nuevas ideas, imaginación poderosa que logrará esa educación que pretendemos: el aprender a aprender de las nuevas competencias.
El arte poético es un flujo continuo, un movimiento de creación de ideas, de resolución de problemas, de aprendizajes significativos, de desarrollo personal, de autoestima (en cuanto que motivadora y lúdica), de autoconcepto (en cuanto que la pueden aplicar fácilmente creándoles seguridad). Buscamos una educación global de la persona y la poesÃa es la pieza que falta en el devenir educativo.
Podemos iniciar el aprendizaje con haikus, poemas japoneses breves y sobre temas de la naturaleza, muy indicada para los niños. Gracias a su brevedad y su origen cómico motivamos el aprendizaje e igualmente lo podemos relacionar con otros lenguajes, como el lenguaje artÃstico o plástico, ya que en su origen muchos poetas acompañaban el haiku con dibujos, asà estableciendo el cambio de las estaciones, rutinas de la vida diaria, lo que acompaña el desarrollo de otras materias como el conocimiento del medio, educación y convivencia…
Como docente, me sorprende que el uso de la poesÃa sea tan recurrente en Infantil y sin embargo en Primaria se la olvide casi por completo. Bien es cierto que muchos libros de texto incluyen, actualmente, en casi todos sus temas, algún poema más o menos acertado. Aunque no sea demasiado, al menos es un principio. Pero no debemos conformarnos con tan poco, la poesÃa da para mucho más.
Por ejemplo, en los dictados. Un lugar en el que se debÃan desterrar los tÃpicos dictados sin sentido para dar entrada a unos trabajos más elaborados. Por supuesto, esto necesita de un mayor esfuerzo del profesor cuando se prepara el tema pero a la larga los resultados suelen ser mucho más gratificantes y brillantes.
Si lo que se quiere enseñar es que «bra, bre, bri, bro, bru» se escribe con «b», quizás debÃamos de evitar el dictado del tipo: Mi brazo se quebró cuando un bruto brincó sobre él. La frase es cierto que hace su función, pero al niño seguramente no se le quede grabada en la memoria (quizás esta es tan sumamente impactante que puede que sÃ). Por este otro:
A la sombra de un enebro,
un cabrero merendaba
Y un bribón bastante bruto
le quitó cuanto llevaba.
Briana, la bruja bromista,
una cabra se ha comprado,
porque siempre que vuela en escoba,
la pobre se ha mareado
En esta ocasión los poemas son muy cortitos, pero pueden alargarse lo que sea necesario. Siempre es recomendable que les llame la atención por algún motivo, eso hará que les sea más difÃcil olvidarlo.
Pero no sólo en los dictados podemos ayudarnos de la poesÃa. Por ejemplo, para explicar los sinónimos podemos hacer que sea el alumno el que busque el sinónimo rellenando los espacios en blanco. Habrá que explicarles que hay que buscar una palabra que rime y entonces no tendrá problema en encontrar la correcta.
A mà el fútbol me mola, no hay quien me quita la ____________.
Cuando chuto con mi bota, volando sale la _____________.
El Madrid es campeón, no hay quien les quite el _____________.
Utilizar pareados facilita la creación y son más sencillos de memorizar.
Por supuesto en el del Madrid cada alumno que ponga su equipo favorito no vayamos a tener un conflicto en clase por las preferencias del profesor.
Para mejorar todo el proceso educativo debemos valernos de nuevos recursos que proporcionen nuevas experiencias y motiven a los alumnos, de manera que consigamos un aprendizaje real, en la que ellos mismo son partÃcipes de su aprendizaje. Con la poesÃa logramos desarrollar esa sensibilidad necesaria para los grandes valores de la vida que les ayudarán, durante toda ella, a lograr una inteligencia emocional adecuada para lograr la felicidad.
FOTO: Luis RuÃz del Ãrbol
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