Temo que no nos libramos de Dios, porque creemos todavía en la gramática - Friedrich Nietzsche



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Raphaëlle
, Stephanie de Malherbe


Introducción
Panorama de la poesía actual escrita por autoras hispanoamericanas
Breve e incompleta antología de la poesía actual escrita por autoras hispanoamericanas


Introducción

Agradecemos a Francisco José Peña, de la Universidad Autónoma, que haya tenido la generosidad de compartir con nosotros de manera preferente este texto sobre la obra de las poetas hispanoamericanas del 2000, que, a modo de primicia, nos cede para su publicación. En él puede rastrearse el devenir último de su trabajo como crítico y antólogo. No en vano FJP lleva tiempo investigando la poesía de las nuevas generaciones tanto a este como al otro lado del atlántico. Como amantes de la poesía, pocas cosas nos interesan más que este tipo de indagaciones sobre el terreno como a las que este crítico y narrador nos tiene acostumbrados. De hecho, en este trabajo aparecen reflejados no pocos de sus últimos descubrimientos a pié de calle pateando tertulias y recitales por el continente americano.

Por lo demás, los que hacemos esta revista nunca hemos entendido ni compartido la  promoción de la poesía escrita por mujeres que no fuera la misma que impulsa la de sus colegas varones (lo contrario, siempre nos ha parecido brindar el típico abrazo del oso a las creadoras brillantes). En este sentido, pensamos que la única «discriminación» interesante, en rigor, es aquella que nace de la calidad de los textos poéticos. No obstante, para nuestro crítico sí resulta pertinente, en aras de la excelencia poética, esta acotación femenina en su criterio de selección, porque, como nos cuenta en la introducción a su antología: «en la actualidad la estética proporcionada por las escritoras es más identitaria, más madura y más conocida que la escrita por los hombres».

Sinceramente, no nos sentimos en condiciones de suscribir ni desmentir tal aseveración (y reconocemos haber esbozado una sonrisa entre prudente e irónica al leerlo), pero la afirmación nos anima a compartir con vosotros la curiosidad e interés que ha despertado.  Por lo demás, este texto nos brinda una oportunidad de primer orden de aproximarnos a la actividad creativa de las últimas generaciones poéticas.

 


Panorama de la poesía actual escrita por autoras hispanoamericanas

Por Francisco José Peña


Avec le chat
, Stephanie de Malherbe

Establecer una identidad estética de la poesía actual y formalizar los parámetros que rigen la poética de un determinado o indeterminado número de poetas de hoy es siempre una tarea compleja, susceptible de ser criticada por las mismas razones por las que se establecen cánones y estéticas distintas por otros filólogos. En nuestro tiempo apadrinar el marbete de Generación Poética del 2000, por ejemplo, es una tarea ardua, no porque no exista una determinada nómina de poetas que dé luz y lustre a ese elenco, sino porque la actitud del crítico puede ser arbitraria o personalista y generar enemistades entre quienes por estética personalista u omisión inconsciente se queden fuera. No es esta mi intención. Tampoco sirve, por ello, adentrarse en la «teoría de las generaciones» marcada por don José Ortega y Gasset[1] ni tampoco retrotraerse a la inmediata Historia de la Literatura para entender cómo actuaron José Martínez Ruiz, Azorin, denominando a un grupo de jóvenes decimonónicos como Generación del 98[2]. o José María Castellet apostando duro y fuerte por los nueve novísimos poetas castellanos [3].
 
En 2005 me adentré docente y filológicamente en el mundo de la poesía actual para establecer, como dijeron en la Feria del Libro de Madrid de ese junio los poetas Luis Alberto de Cuenca y Luis García Montero, una estética propia del siglo XXI sucesora de los novísimos y los culturalistas de los años setenta y una nómina, inicial y orientativa, de por dónde camina en nuestros días la poesía escrita por mujeres. ¿Por qué por mujeres? Considero que en la actualidad la estética proporcionada por las escritoras es más identitaria, más madura y más conocida que la escrita por los hombres. Con ello no pretendo ser restrictivo ni arbitrario: sencillamente he acotado por varias razones, siendo la primordial que la poesía compuesta por mujeres que nacieron, a uno y otro lado del Océano Atlántico, entre 1970 y 1985 surge a partir de la concesión en España del Premio Adonais a Ana Merino por su poemario Preparativos para un viaje en 1994 y la publicación de En la entrepierna de la argentina Marcela Collins el año siguiente.

La atrabiliaria coincidencia de género, poesía y estética en España e Hispanoamérica hace que ese grupo de mujeres que dedican su poética y sus sentimientos a la poesía se extienda por España, Argentina, Chile, Perú, Colombia, Nicaragua y México. Y si observamos lo que marca el espacio y el tiempo en el acontecer diario, debemos entender que son mujeres que han accedido al unísono a la cultura y a la lectura, pero que en ese misma época vital se han sucedido acontecimientos de indudable valor histórico que han marcado la vida de los países afectados y, precisamente por ello, la vida de las propias poetas. En 1975 falleció el general Francisco Franco en Madrid, dando paso, con su muerte y la entronización de Juan Carlos I como Rey de España días más tarde, a una democracia duradera. La Historia hizo que el 11 de septiembre de 1973, en Chile, fuera derrocado el gobierno del presidente Salvador Allende, dando paso a una Junta Militar que dirigiría el general Augusto Pinochet hasta el plebiscito que, en 1989, dio paso a la transición democrática liderada por los gobiernos de Patricio Aylwin y, más tarde, de Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Por las mismas fechas, volvió al poder en Argentina Juan Domingo Perón a quien, después de su fallecimiento en 1974, sucedería la presidencia personalista de su esposa Maria Estela Martínez y, en 1976, la sobrevenida dictadura militar encabezada por Jorge Rafael Videla hasta 1983, en que se instauró de nuevo la democracia con la elección como presidente de Raúl Alfonsín. La Historia de Perú ha quedado bien reflejada en la literatura de un singular narrador, Mario Vargas Llosa, y desde que nacen las poetas a quienes me refiero gobernaron con mano firme y dictatorial el general Juan Velasco Alvarado (1968-1975), primero, y el general Francisco Morales Bermúdez (1975-1980), después, hasta que en 1980 el democristiano Fernando Belaúnde Terry se impuso en las elecciones que llevaron de nuevo la democracia al Perú. Colombia es un excepcional caso de estabilidad democrática en la zona desde los años sesenta y Nicaragua el único país de los citados que vivió bajo los gobiernos títere de la familia de Anastasio Somoza Debayle hasta la guerra civil y revolución sandinista de 1979, que desembocó en las elecciones democráticas de 1990. Esta Generación del 2000, pues, ha crecido bajo profundos cambios políticos y sociales en sus respectivas naciones, girando generalmente hacia sistemas democráticos que han permitido la libertad de expresión y de pensamiento y el advenimiento de nuevas formas de comunicación.

El panorama crítico sobre la Generación del 2000 se plasmó inicialmente en dos artículos aparecidos en 2006 bajo los títulos de «Poesía actual escrita por mujeres: una poética para el siglo XXI» y de «Poesía actual de mujeres en Hispanoamérica: el siglo XXI». Sendos artículos tuvieron rápida difusión, siendo publicados en España, Argentina, Chile, Perú y Nicaragua y circulando con inusitada velocidad en el medio de comunicación estrella de esta nueva generación: las revistas literarias digitales. Más tarde, en 2007, la prestigiosa Revista de Crítica Literaria Latinoamericana ¾editada en el Dartmouth College (New Hampshire, Estados Unidos)¾ dio un importante espaldarazo a estas poetas al publicar «Amor, erotismo y sexo como temas en la poesía joven del siglo XXI».

Pero, ¿cuáles son las características de éstas poetas del siglo XXI? Existen varios parámetros que marcan la poesía de nuestros días y que se explican significativamente desde la obra conjunta de éstas poetas: 1) el verbalismo directo, 2) la falta de puntuación —en muchos casos— como trasgresión formal en busca de musicalidad, 3) temas más cotidianos —familia, la ciudad, los problemas diarios,...— y desde nuevos puntos de vista, 4) uso del lenguaje estándar y cotidiano, 5) rebeldía ante las convenciones estéticas y sociales, 6) yuxtaposición de poemas como fórmula de ruptura del poemario clásico, 7) formación universitaria e interrelación con otras disciplinas y 8) incorporación personal y estética a las nuevas tecnologías. Incluso para el caso de Hispanoamérica hay que añadir el lenguaje indígena como lengua poética, tal como emplea la peruana Mónica Carrillo en Unicroma.

Hacia 2006 la nómina de poetas que se daba en la serie de artículos publicados y que se han citado anteriormente ¾a los que precedía «La obra de Ana Merino: hacia la poesía del siglo XXI», artículo editado por la Universidad Autónoma de Madrid y Saint Louis University en 2005¾, la formaban las poetas hispanoamericanas Marcela Collins, Roxana Crisólogo, Karina Sacerdote, Rocío Uchofen, Romina E. Freschi, Lola Arias, Mónica Carrillo, Paula Ilabaca, Gema Santamaría, Eunice Shade, Juana Roggero, Jazmina Caballero, Gladys González, Andrea Cabel, Alessandra Tenorio, Miriam M. Martínez, Beatriz Bonduel, Ana Wajszczuk, Amanda Durán, Alma Jiménez, Analía Pinto, Lena Retamoso, Victoria Guerrero, Giovanna Rivero Santa Cruz, María Carmen Vilella, Sandra Acosta, Laura Lobov, Cecilia Podestá, Rosario Rivas Tarazona, Jessica F. Ovando, Mara Aguirre, Alessia di Paolo, Nadia Villafuerte, Nadia Zimerman, Alejandra S. González Celis, Tricia Barbery, Claudia Ulloa Donoso, María del Carril, Carla Sagastegui, Socorro Venegas, Andrea Jeftanovic, Nona Fernández, Lina Meruane, Úrsula Starke, Julieta García González y María Muro.

Andado el tiempo y ampliados esos estudios e incidiendo en la estética propia del grupo se fueron incorporando, por intensas razones literarias, poetas como la colombiana Lauren Mendinueta y Andrea Cotte, Lucía Estrada, Eva Durán y Fanny Campos[4].

Ese mismo canon se formalizó para la poesía española más contemporánea con los nombres de Ana Merino, Carmen Jodra, Pilar Adón, Marta Agudo, Beatriz Russo, Julieta Valero, Olga Novo, Patricia Esteban, Sofía Rhei, Yolanda Castaño, Gracia Iglesias, Izaskun Gracia, Ariadna G. García, Marta López Vilar, María Lapachet, Sandra Santana, Vanesa Pérez-Sauquillo, Ana Gorría, Esther Giménez, Ana Celada, Alejandra Vanessa, María F. Salgado, Elena Medel, Ana Isabel Conejo, Estefanía G., Inés Toledo, Carmen Salas, Mar Fuentes, Eva Díaz Pérez, Eva Vaz, Ana Santos Payán, Laura León Vázquez, Elena Gervilla, Yaiza Martínez, Silvia Ugidos Ruiz, María E. Vargas García-Machuca, Marga Blanco Samos, Estíbaliz Espinosa, Espido Freire, Pilar Salas, Carmen Moreno, Miriam Reyes, Eugenia Rico, Carmen Camacho, Emma Couceiro, Eva Cabo, Marina Sanmartín, Alejandra Aventín, Annelisa Addolorato y Sara Bamba, a quienes más adelante se sumó la asturiana Fátima Fernández Méndez.

Dentro de esta amplia Generación del 2000 hay poetas que podrían denominarse «independientes» en el propio grupo. Por un lado comparten ampliamente la estética de su grupo y no pueden estudiarse sin añadirlas a él, pero otras razones particulares marcan pequeñas diferencias con las anteriores. Así pues, la peruana Mónica Belevan prefiere no ser encasillada bajo el marbete que venimos atestiguando y la italiana Silvia Favaretto, por otro lado, es íntima amiga de la colombiana Lauren Mendinueta y en su bagaje tiene una profunda difusión de su poesía en Hispanoamérica, pero no nació en el continente. Finalmente, Ana Rüsche es la única brasileña de la Generación del 2000.

La nueva poesía se ha venido articulando bajo los parámetros de una estética muy similar entre poetas, incluso cuando estas no se conocen entre sí, como es el caso de aquellas que habitan a un lado y otro del Océano Atlántico. Ya en plena década de 1990, al margen de Ana Merino y Marcela Collins ¾que como ya hemos significado iniciarían la nueva nómina¾, se asentó un grupo en Galicia, formado por Yolanda Castaño, Olga Novo, Emma Couceiro y Estíbaliz Espinosa, cuya estética ya era rompedora y, como en el caso de la primera, el sexo se aplicaba a la poesía como tema esencial. Algo más tarde, a inicios del siglo XXI, en Córdoba y en torno a la revista digital La Bella Varsovia se agruparon Elena Medel, Alejandra Vanessa, Ana Gorría y María Lapachet, entre otras, mientras que en Madrid radicaban Vanesa Pérez-Sauquillo, Marta López Vilar, Carmen Jodra, Sandra Santana, Esther Giménez, Ariadna G. García y Patricia Esteban; e incluso fluían hacia la capital poetas como la italiana Annelisa Addolorato.

Los puntos neurálgicos de la nueva poesía en Hispanoamérica se pueden situar en cinco ciudades: Buenos Aires, Santiago de Chile, Lima, Managua y, en menor medida, México D. F. En la capital argentina radican, además de Marcela Collins, Juana Roggero, Romina E. Freschi, Lola Arias y Karina Sacerdote. La gran oferta cultural de Buenos Aires ha implicado a las poetas en multitud de recitales poéticos y talleres poéticos: singular es la relación, en torno a uno de estos, de Juana Roggero y Romina Freschi. Lola Arias tuvo una acertada época dedicada a la poesía en combinación con su dedicación artística particular: el cine y el teatro. Karina Sacerdote se imbrica con las generaciones precedentes en actos culturales con la poesía como centro y, en 2009, ha publicado su primer poemario (Terapia intensiva) después de años de dirección de la Revista Axolotl, verdadera punta de lanza de la nueva literatura porteña. Úrsula Starke, Paula Ilabaca, Fanny Campos y Gladys González son los nombres que Chile proporciona, entre otras, a la nueva nómina poética de nuestros días. En la capital del país se han celebrado en los últimos años encuentros poéticos en los que han participado voces procedentes de diversos lugares, entre ellos Perú o Argentina, e incluso podemos señalar como muy implicadas en el mundo cibernético de la difusión de la cultura a la poeta de San Bernardo, Úrsula Starke, quien ha creado un blog personal en el que suele mezclar la poesía con sus estudios de arte y filosofía; paralelamente a ella Gladys González, quizás la poeta más mediática de todas ellas, posee una página personal en la universal red social Facebook[5]. En Santiago de Chile se edita, igualmente por Internet, la revista Letras5.com, verdadera difusora de la literatura actual chilena.

Aunque viven fuera de su país, Roxana Crisólogo (en Finlandia), Rocío Uchofen y Lena Retamoso (en Estados Unidos) forman el grupo limeño de nuevas poetas peruanas junto a Alesandra Tenorio, Mónica Carrillo y Andrea Cabel (poeta joven del año 2006 por indicación de la prensa peruana). De alguna manera todas ellas están relacionadas con la prensa escrita, en sus apartados de Cultura, y con el mundo universitario. Al margen de ellas, en un autoexilio intelectual, permanece Mónica Belevan, miembro del consejo rector de la indispensable revista web Los Noveles.

Nicaragua aportará, en torno a la revista Marca Acme, a las poetas Eunice Shade, directora de la misma, Jazmina Caballero y Gema Santamaría (radicada en México).

Madrid, mayo de 2009.

____________________________

[1] José Ortega y Gasset, Obras completas, Madrid, 1946, Vol. III.
[2] José Martínez Ruiz, Azorín, Clásicos y modernos, Madrid, 1913, págs. 285 y ss.
[3] José María Castellet, Nueve novísimos poetas españoles, Barcelona, Península, 2001, 2ª.
[4] Agradezco en este punto la colaboración de Lauren Mendinueta, quien me descubrió nuevos y muy interesantes nombres a inicios del año 2009.
[5] Poseer un perfil en Facebook es un elemento social y común a la mayoría de estas poetas; sin embargo Gladys González tiene un página (elaborada por lectores suyos) en la que los internautas pueden hacerse fans de la chilena, en la misma medida que de Jorge Luis Borges, Pablo Neruda, Federico García Lorca, Lope de Vega u otros poetas.

 

 
Breve e incompleta antología de la poesía actual escrita por autoras hispanoamericanas
Por Francisco José Peña

Como botón de muestra de la poesía que se acaba de estudiar, se presenta al lector una muy breve, incompleta y voluntaria antología de la poesía de referencia del siglo XXI. Se ha realizado un selección plural en cuanto a temas, requisitos, soportes e intenciones, con la mirada puesta en que el lector de estas propuestas se enriquezca en matices y versos.

 
Agnes Loutrel, Stephanie de Malherbe

 

ANA MERINO (MADRID, 1971)

   A Edmundo Paz Soldán

No queda rastro
de esa impaciencia ilimitada
que desbordaba los ojos de la niñez.

Ahora, sabemos esperar
y entender la voz de los relojes
como un susurro cotidiano.

Hemos olvidado,
aquel nerviosismo inocente
que se escondía debajo de la cama
y se desesperaba
por tener que vivir tantas horas.

Las señales sudorosas
de aquellos días febriles,
se han transformado
en la resignada melodía
de lugares asépticos
donde el futuro
no se detiene a ser memoria.


   De La voz de los relojes (2000).

 

 


KARINA SACERDOTE (BUENOS AIRES, 1971).


te fugás de vos
para no sentir tanta incógnita
para no tener tanto miedo
porque todo muere a tu alrededor
porque cuando cesan los quejidos
sólo espera la morgue

te fugás y todo es ausencia
todo es falta
todo es no-luz
estás inmóvil y solo
ni tu cuerpo te pertenece

solo vos y tu consciencia
solo vos y tu alma
más solo que nunca
desnudo de todo
  en terapia intensiva


   De Terapia intensiva (2009).

 

 


YOLANDA CASTAÑO (SANTIAGO DE COMPOSTELA, 1977)


(RE)SER(VADO)
          B

Cuando dejo de ser flor,
molesto.

Pero lo duro era ser, lo
 infatigablemente aciago.

Que yo contrajese alguna seria dolencia
favorecería enormemente mi carrera literaria.

Como no encuentre trabajo me marcho a Las Vegas.
En los Estados Unidos soy más guapa que en ningún sitio.

Pero he sido antipática y pretenciosa,
he sonreído por mi propio interés,
la ajetreada capitalista sexy;
compensé por mis días de impotencia.
Ser
es lo difícil.
Cuando hablé solo contemplaron mis labios.

¿Si me tomo un descanso eso
me hará irresponsable?
¿si soy vulnerable
seré pisoteada?
¿si me fuesen peor las cosas
me querríais acaso más?

Una profusa navaja es el proyecto de la identidad,
un ruiseñor mecánico la tarde.
Tanto souvenir acabará con Notre Dame
¿Dónde estabas cuando te necesité?


   En Boletín Galego de Literatura, nº 28 (2006).
   Traducción: Yolanda Castaño.

 

 


LAUREN MENDINUETA (BARRANQUILLA, 1977)


SOLA

Voy de un teatro a otro,
de una noche pizarrosa a un día ocre.
Busco mi alma que suele esconderse
en la estación clausurada del ferrocarril
y me burla la brevedad.
La muerte como un paisaje
adorna las cortinas de mi casa.
Quizás otro día tenga el valor para espantarla.
Sin tu amor estoy sola en el recuerdo,
un recuerdo inconcluso que no cesa,
que no puede, que no acaba de morir.


   De La vocación suspendida (2008)

 

 


GRACIA IGLESIAS (MADRID, 1977)


AÚN LO IGNORAS

Sin saberlo
me lates contraseñas al oído
y yo comienzo a hablarte de la arena
que seca en mi boca la angustia no nombrada.

Intentamos llegar a comprendernos;
tú agarrado con fuerza al humo de mi frente,
yo decidida a descoser
cada palabra.

El día nos sorprende
en un aquelarre de besos
y me quedo callada
como si fuese tuya.


   De Sospecho que soy humo (2002)

 

 


VANESSA PÉREZ-SAUQUILLO (MADRID, 1978)


Caía fatalmente en la trampa del teléfono
que como un abismo atrae los objetos que lo rodean.
Nicanor Parra


este es mi contestador automático.
Para herir, simplemente, marque 1.
Para contar mentiras que me crea, marque 2.
Para las confesiones trasnochadas, marque 4.
Para interpretaciones literarias
producto del alcohol, marque 6.
Para poemas, marque almohadilla.
Para cortar definitivamente la comunicación,
no marque nada, pero tampoco cuelgue,
titubee en el teléfono
(a ser posible durante varios meses)
hasta que note que voy abandonando el aparato
a intervalos de tiempo cada vez más largos.
No desespere. Aguante.
Espere a que sea yo la que se rinda.
Le evitará cualquier remordimiento.
Gracias.

   De Bajo la lluvia equivocada (2006)

 

 


Portrait
, Stephanie de Malherbe

 


MARTA LÓPEZ VILAR (MADRID, 1978)


  LOS CIEN OJOS

    A Jorge, que respiró mis auroras aquel verano.

Es la aurora quien nos observa con los cien
ojos de Argos, quien recorre
uno a uno tus cuerpos fatigados y dormidos,
tu brillo constelado entre la cama.
Dentro de ti se despierta un cauce
de olvido y de memoria
del que yo bebería cada amanecer
si no durmieras.

   De De sombras y sombreros olvidados (2004)

 

JUANA ROGGERO (BUENOS AIRES, 1980)


    Mi atrás de extremos
    que me recorren
    para susurrarme
     (asustarme)...

Impulsos me gritan, desean ser mis ex. Yo vuelvo a mi sin poder dejar de volver a mí. Al final, salidas que se me ríen horribles y desaparecen. Tragedias contentas de ser tragedias. Un miedo olvidado se amiga. Un vuelo se pierde, el siguiente se cae. Y es verdad mi imaginación extraña que extraña mi juego en caída libre. Ex poesía. Ex peligro. Ex yo en mi ex cuerpo de mi ex vida. Extraña yo. Extraña de mí y de mi extrañeza.

   De Bipolaridad (2008)

 

 


CARMEN JODRA (MADRID, 1980)


  PASTORAL

   A la serena duerme mi ganado...
    Miguel Hernández


A un cordero que es entre los rebaños
lo que un muchacho hermoso entre la gente
lo quiero con cariño diferente,
más propio de un rapaz que de mis años.

Come en mi mano; bebe de los caños
de metal renegrido de la fuente;
me bala, y su balido sonriente
inunda de dulzor los aledaños.

Esta mañana en que yo estoy bordando
grecas en un mantel, y canta el tordo,
y mi cordero me bala casi hablando,

mientras él bala y brilla el sol y bordo,
me pregunto si lo querré igual cuando
envejezca y se vuelva fuerte y gordo.


   De Las moras agraces (1999)

 

 


JAZMINA CABALLERO (MANAGUA, 1981)


Todo fue absoluto.

Perdí la memoria, el interés por el tiempo.
Perdí el amor asumiendo mejillas y misterios.
Nuestras frentes semejantes y profundas,
la blanca ausencia de nuestros hijos...
Todo se perdió: la última sílaba,
la ficción del mundo.

Todo se perdió en errores y silencios.

 

 

ANDREA CABEL (LIMA, 1982)


  g


y pronto te veré y no sé como andaremos. / quizás de pies / o de cabeza. tú lo tendrás a él. /

yo lo imagino como a ti. / con los ojos gigantes y cargados de vértigo. / como a un perfil asustado, de piedra, de asfalto. / como una cavidad milimétrica, capaz de destruirse al instante de estar sin ti. / como un trozo de tu pupila o un fragmento de tu cabello. / de carne, hecho una prolongación de tu sonrisa. /

(...)


   De Las falsas actitudes del agua (2006)

 

 


ÚRSULA STARKE (SAN BERNARDO, CHILE, 1983)


  V

Siento un sueño melancólico un sueño a pedazos estornudo y soy gaviota nosotros estamos equivocados es un equívoco exquisito duele la cabeza los músculos son leche condensada quiero abrirme como nuez sobre tu espalda con mis obsesiones retorcerme bajo tu sombra como caracol en sal despedazarme hasta que me veas el hueso trato de sacarte sangre trato de que te asquees de mis arañas soy un pequeño engendro fétido ando con el sabor de los perros en el cuerpo tengo lágrimas podridas entre los dientes y tú no lo crees.


   De Ãtico (2007)

 

 
Mirando lejos, Stephanie de Malherbe

 

Bibliografía

CABEL GARCÃA, Andrea, Las falsas actitudes del agua, Lima, AECI, 2006. Primer Premio del concurso de poesía “Esquina de papelâ€.
CASTAÑO, YOLANDA, (Re)ser(vado), en Boletín Galego de Literatura, nº 28, 2006.
IGLESIAS LODARES, Gracia, Sospecho que soy humo, Madrid, Torremozas, 2002. III Premio “Gloria Fuertes†de Poesía Joven.
JODRA DAVÓ, Carmen, Las moras agraces, Madrid, Hiperión, 1999. XIV Premio de Poesía Hiperión.
LÓPEZ VILAR, Marta, De sombras y sombreros olvidados, Madrid, Universidad Complutense de Madrid, 2004. Premio Blas de Otero de Poesía.
MENDINUETA, Lauren, La vocación suspendida, Sevilla, Point de Lunettes, 2008. VI Premio Internacional de Poesía “Martín García Ramosâ€.
MERINO, Ana, La voz de los relojes, Madrid, Visor, 2000.
PÉREZ-SAUQUILLO, VANESA, Bajo la lluvia equivocada, Madrid, Hiperión, 2006. IX Premio de Arte Joven ¾Poesía¾ de la Comunidad de Madrid.
ROGGERO, Juana M., Bipolaridad, Buenos Aires, Pajarosló, 2008.
SACERDOTE, Karina, Terapia intensiva (prólogo Francisco José Peña Rodríguez), Buenos Aires, Muestrario, 2009.
STARKE, Úrsula, Ãtico, Santiago de Chile, Editorial Cuarto Propio, 2007.



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