Gdańsk-capital marítima de Polonia
Breve apunte sobre poesía polaca contemporánea (por Pablo Luque Pinilla)
Anna Kamieńska:
Breve semblanza bio-bibliográfica (por Antonio Benítez Burraco) Poemas (Traducción de Anna Sobieska y Antonio Benítez Burraco)
Ewa Lipska:
Breve semblanza bio-bibliográfica (por Antonio Benítez Burraco) Poemas de Ewa Lipska (Traducción de Anna Sobieska y Antonio Benítez Burraco)
La poesía es un componente esencial en la literatura polaca desde hace al menos doscientos años, debido a que Polonia perdió su independencia en 1795 y no la recuperó hasta 1918. Esto propició que la poesía fuese durante más de un siglo uno de los vehículos más importantes de la identidad nacional, lo que se repitió con la invasión nazi y la tiranía soviética en el S. XX, que no hizo sino acentuar este carácter principal de la poesía polaca. Aunque no han faltado voces, especialmente entre los nacidos en la década de los sesenta y posteriores, que han buscado la ruptura con esa tradición de resistencia y compromiso, muchos autores precedentes, especialmente los nacidos en los años cuarenta, han conservado ese afán de rebeldía ética. Su influencia es tal que los autores polacos más jóvenes que ellos, aun renegando de muchos de los tópicos de su historia literaria, parecen haber recuperado el interés por las cuestiones de mayor trasfondo. De esta forma, se renuevan formas y usos, pero no se subvierten los cimientos de las grandes aspiraciones éticas de la tradición en la que se injertan.
En este contexto nos acercamos de la mano de los traductores Antonio Benítez Burraco y Anna Sobieska a la obra de dos grandes representantes de la poesía polaca del siglo XX y XXI, que reflejan a su manera el devenir apasionante de la poesía polaca a lo largo del pasado siglo y el comienzo del actual. Se trata de las poetas Anna Kamieńska (1920-1986) y Eva Lipska (1945) cuyos dos últimos poemarios, Drzazga [La astilla] y Pomarańcza Newtona [La naranja de Newton] fueron publicados en los años 2006 y 2007 respectivamente.
Breve apunte sobre poesía polaca contemporánea por Pablo Luque Pinilla
La calle Larga en Gdańsk
La poesía es un componente esencial en la literatura polaca desde hace al menos doscientos años, debido a que Polonia perdió su independencia en 1795 y no la recuperó hasta 1918. Esto propició que la poesía fuese durante más de un siglo el vehículo más importante de la identidad nacional, a lo que se sumó la invasión nazi y la tiranía soviética en el S. XX que, debido al mucho dolor con el que se desarrolló, siguió alimentando la magnífica poesía polaca. Hasta tal punto es así, que Jan Błoński, decano de los críticos literarios polacos, llegó a asegurar que «la literatura contemporánea polaca se debe a la poesía». En un entramado de este tipo resulta comprensible la existencia de poetas muy comprometidos. De hecho, en el momento que emergen como escritores autores de la talla de Ryszard Krynicki o Jan Połkowski, un polo de la poesía polaca estaba marcado por la lírica de compromiso social y político, y el otro por aquellos que supieron encontrar un nicho de experiencias propias lejos de la conflictiva realidad. Entre los primeros, se encuentran el citado Polkowski, y, entre los segundos, Adam Zagajewski. Ambos pertenecen a la generación de los «nuevos maestros», ya que representan el relevo de los cuatro grandes: Szymborska, Miłosz, Różewicz y Herbert. Estos «nuevos maestros» son veteranos, ya sexagenarios, de la poesía de comprometida, que emergió con la experiencia contracultural del 68 y las conmociones políticas y sociales del mismo período, entre las que se cuentan los actitudes antisemitas de marzo del 1968 y las huelgas obreras de 1970. En el quehacer de este grupo heterogéneo, llamado generación del 68 o nueva ola, en una clara referencia a la «nouvelle vague» francesa, han visto la luz obras significativas, como las de Stanisław Barańczak, Adam Zagajewski (que pasó veinte años fuera de Polonia), Julian Kornhauser, Ewa Lipska y el mencionado Ryszard Krynicki. Un rasgo característico de estos «nuevos maestros» es la evolución de su obra que, partiendo de una poesía social en los años sesenta y ochenta (el conflicto político entre la sociedad y el poder se solucionó vía negociaciones en 1989), evoluciona hacia una poesía irónica y emocionalmente distanciada que observa el mundo y sus implicaciones metafísicas. Hay que tener en cuenta que se trata de autores cuya obra se caracteriza por el rechazo moral e ideológico al sistema comunista y por la huella que en su poesía han dejado las vicisitudes sufridas entre 1968, cuando comienza a fraguarse el movimiento de oposición al régimen comunista con ocasión de las protestas habidas en Varsovia, y 1981, cuando se produce la instauración del estado de excepción por parte del general Wojciech Jaruzelski, el cual lleva al exilio a buena parte de ellos. En la década de los setenta, en paralelo a la actividad poética del grupo de la nueva ola, surge en Polonia la “corriente religiosa”. Es el caso de Anna Kamieńska y Jan Twardowski, que dan continuidad a una tradición secular, cuyo representante más importante en la primera mitad del siglo XX es Jerzy Liebert. Por lo demás, los acontecimientos políticos de 1989, que dieron lugar a la transformación democrática de Polonia, han facilitado la iniciación de toda una generación de poetas nacidos en los años sesenta. Para referirse a ellos se ha hablado de «generación del borrador», en alusión al nombre de la publicación donde se dieron a conocer muchos de sus integrantes. Esta evolución se explica si se atiende a los sucesos acaecidos como consecuencia del golpe militar, así como al compromiso político de la literatura de los años 80, que mantuvieron bastante aislada a la cultura polaca de las nuevas corrientes intelectuales, de pensamiento y filosóficas discutidas en el Occidente, tales como el postestructualismo en la crítica literaria, el New Age o la revolución informática, fenómenos que no aparecieron hasta la quiebra del sistema a principios de los años 90. De esta manera, lo que para los autores mayores significó una caída de antiguos ideales, para la generación nacida después del 60 constituyó su argumento definitorio, a lo que contribuyó la gran difusión que en la década de los 80 lograron los primeros grupos de rock polaco. Los que entonces eran los más jóvenes se veían a sí mismos en el nuevo contexto social aportando a la cultura nacional cierta cantidad de ideas, pensamientos y puntos de vista. En este contexto, además, cobra fuerza el objetivo de derribar el cuadro de valores que dirigía la poesía y obviar sus prestigios, como el Premio Nobel de 1980, Czeslaw Miłosz, o Zbigniew Herbert. Se trata de un clásico gesto posmoderno, que prefiere distanciarse de la experiencia acumulada de la tradición, y enriquecida por el tiempo. En definitiva, de la escenificación en el ámbito literario de algunos de los temores mejor fundamentados de otro de los grandes protagonistas de la Polonia del siglo XX: Carol Wojtyła, que ya advirtió de los peligros de la cultura posmoderna, lastrada por una profunda crisis de los valores más específicos de lo humano, dificultando el necesario progreso social que reclamaba la Polonia de los años 90. No obstante, no deja de percibirse en la generación de escritores polacos que hoy tiene entre cuarenta y cincuenta años el influjo de su origen cultural y social, que se manifiesta en la necesidad de rescatar los aspectos más íntimos de su periplo vital e histórico, en una actitud que, sin renunciar a una deseada transformación estética, rehuye convertir la poesía en un elogio de lo banal. Así, desde distintas perspectivas, escritores como Świetlicki (1961), cuya producción poética consta de al menos cinco libros importantes y ha grabado discos con un grupo de rock, Marcin Sendecki (1967), Adam Wíedemaimn (1967), Jacek Podsiadło (1964) o Maciej Melecki (1969) buscaron una mayor «rehumanización» y expresividad en su obra por la vía de la intensidad, la comunicación y un realismo renovado. Esta situación está muy bien reflejada en una entrevista que Adam Zagajewski concedió en abril de 2007 a la publicación electrónica www.poesiadigital.es, en la que, además, se aprecia cómo la apertura a la voz de la tradición sin renegar de la renovación estética que emprendieron muchos autores nacidos en los sesenta, ha calado también en la generación de autores nacidos en los setenta:
«Pasando a hablar de los jóvenes poetas polacos, creo que actualmente la creación joven polaca disfruta de un ambiente muy vivo [...] Se puede analizar la situación actual distinguiendo dos grupos por desgracia enfrentados. Por un lado, hay una generación de gente de 40 ó 45 años que se sigue considerando generación joven. Son un grupo de poetas que crearon su obra en oposición a la generación mayor e incluso a mi propia poesía y que tienen el punto de apoyo en la New School, con referentes como Ashbery y O`Hara. Frente a esta generación, después de la Segunda Guerra Mundial han aparecido los grandes nombres de poetas polacos, como Szymborska, Tadeusz Różewicz, Herbert, Wat... Ellos crearon una especie de escuela polaca de poesía. Sin embargo, yo no creo que deba haber una confrontación. Estoy convencido de que lo que Miłosz llamó la escuela de poesía polaca es un lugar con una gran capacidad, donde esta generación y también las generaciones jóvenes pueden sin problema alguno encontrar su sitio. Yo les entiendo perfectamente porque tienen la necesidad de hablar con otra voz, pero creo que su radicalidad no les conduce a nada [...] Se niegan a entender que lo que han creado los grandes poetas cuyos nombres he citado arriba (Szymborska, Różewicz...) es un camino abierto hacia la gran continuidad de la poesía polaca. Me alegra comprobar cómo los más jóvenes (la generación que actualmente tiene treinta años) comienza lentamente a volver a escuchar la tradición, sin tratar de hacerla explotar por los aires. Es una vuelta que además no viene obligada, sino que se ha convertido en un efecto natural de la inercia de su propio camino.»
BIBLIOGRAFÍA
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BENEYTO, Antonio. 16 poetas polacos. Zaragoza, Innombrable, 1998. Traducción de Krystyna Rodowska.
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BENÍTEZ BURRACO, Antonio y SOBIESKA, Ana. Antología poética. Jerzy Liebert. Madrid, Rialp, 2005.
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BENÍTEZ BURRACO, Antonio «Re: ibi oculus» [en línea]. 12 de febrero de 2008. Mensaje electrónico enviado a Pablo Luque Pinilla <ibioculus@ediciones-encuentro.es>
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PRESA GONZÁLEZ, Fernando. Antología de la poesía polaca, Madrid, Gredos, 2006.
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SILES, Jaime. «Experiencia religiosa y experimentación verbal. Jerzy Liebert, Antología poética. Edición bilingüe. Sel., trad. y estudio prel. de Anna Sobieska y Antonio Benítez Burraco. Madrid, Rialp, 2005» [en línea]. teologica.org. Publicado en ABCD, suplemento de ABC, 5 de febrero [en línea]: <http://www.teologica.org/elpoemaseminal/numeros/eps92.pdf> [Consulta:15 junio 2006].
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Anna Kamieńska: breve semblanza bio-bibliográfica
por Antonio Benítez Burraco
Nacida en Krasnystaw (Polonia) en 1920, estudió Pedagogía y Filología Clásica en la Universidad de Varsovia. Durante la II Guerra Mundial colaboró como docente en el sistema educativo clandestino (Tajne komplety). Trabajó como redactora en las revistas Wieś, Nowa Kultura y Twórczość, aunque desarrolló, asimismo, una importante labor como traductora de lenguas eslavas modernas, entre ellas el ruso, el checo y el búlgaro. Fue esposa del conocido poeta polaco de origen judío Jan Śpiewak (1908-1967). Falleció en Varsovia en 1986.
Junto con el conocido poeta y sacerdote Jan Twardowski, Anna Kamieńska constituye uno de los principales representantes de la poesía de tema religioso que se escribe en Polonia en la segunda mitad del siglo XX, si bien en su obra, y a diferencia de lo sucedido en épocas anteriores, tiene cabida, asimismo, la crítica de las dificultades sociales, económicas y políticas a las que debe enfrentarse el país bajo el régimen comunista. Desde el punto de vista estilístico, la poesía de esta autora se caracteriza por su sobriedad y su contención formal, que busca deliberadamente la exclusión de cualquier artificio retórico, y que encuentra su sentido último en un sentimiento de profunda humildad ante la belleza de la Creación, la cual, al igual que la poesía, se considera un don de Dios.
Entre las obras más conocidas de Anna Kamieńska destacan Wychowanie [Comportamiento] (1949), O szczęściu [Sobre la felicidad] (1952), Bicie serca [Latido del corazón] (1954), Pod chmurami [Bajo las nubes] (1957), Woku ptaka [En el ojo del pájaro] (1959), Źródła [Manantiales] (1962), Odwołanie mitu [Revocación del mito] (1967), Drugie szczęście Hioba [La segunda dicha de Job] (1974), Deszczowe lato [Verano de lluvia] (1980) y Dwie ciemności [Dos oscuridades] (1984).
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Anna Kamieńska: poemas Traducción de Anna Sobieska y Antonio Benítez Burraco
Del poemario Drugie szczęście Hioba [La segunda dicha de Job] (1974)
PROŚBA
Boże przywróć rzeczom blask utracony oblecz morze w jego zwykłą wspaniałość a lasy ubierz znowu w barwy rozmaite zdejm z oczu popiół oczyść język z piołunu spuść czysty deszcz by zmieszał się ze łzami nasi umarli niechaj śpią w zieleni niech żal uparty nie wstrzymuje czasu a żywym niechaj rosną serca od miłości |
PETICIÓN
Señor devuelve a las cosas su esplendor perdido reviste al mar con su magnificencia de siempre y vuelve a cubrir los bosques con sus variados colores retira la ceniza de los ojos limpia el amargor de las lenguas haz caer agua pura que se mezcle con las lágrimas permite que nuestros muertos duerman en el verdor que nuestro obstinado pesar no logre detener al tiempo y que el corazón de los vivos florezca con el amor |
STARE KOBIETY
Stare kobiety są młode już wygojone ich żałoby po tych co zmarli po tych co żywi
Dopiero teraz umiałyby kochać tak aby nic nie żądać w zamian
Dopiero teraz poprzez przezroczystość świata widzą że ból i radość są tym samym
Dopiero teraz mogłyby być dziećmi z wiarą złożoną z ufności i pragnienia
Dopiero teraz umiałyby być piękne pięknością zgasłej gwiazdy ziemi
Stare kobiety patrzą w lustro To nie ja krzyczę z pomarszczonej skóry
Stare kobiety umierają Prawdziwa młodość jest na końcu drogi |
LAS MUJERES VIEJAS
Las mujeres viejas son jóvenes curadas ya del duelo por aquellos que murieron por aquellos que aún viven
Tan sólo ahora aprendieron ese modo de amar que consiste en no pedir nada a cambio
Tan sólo ahora a través de la limpidez del mundo han logrado ver que dolor y alegría son la misma cosa
Tan sólo ahora han llegado a ser criaturas cuya fe está hecha de confianza y de deseo
Tan sólo ahora han sabido ser hermosas con la belleza de una apagada estrella de tierra
Las mujeres viejas se miran en el espejo Ésa no soy yo grito desde mi piel arrugada
Las mujeres viejas mueren La verdadera juventud se encuentra al final del camino |
OCZEKIWANIE NA LIST
Znowu listonosz przyniósł torbę pełną nie napisanych listów
Zawsze miałeś okropny charakter pisma tym bardziej odkąd piszesz deszczem wiatrem i chmurą
Więc w odpowiedzi bardzo ci dziękuję za wszystkie brakujące listy za głos i za cisze za pamięć i zapomnienie za spotkanie i za rozłąkę za jałmużnę odwiedzin we śnie
Jestem szczęśliwa bo i tak wszystko prowadzi mnie do ciebie |
ESPERANDO UNA CARTA
Una vez más el cartero trajo una saca repleta de cartas no escritas.
Tu letra siempre fue pésima pero se ha vuelto peor desde que escribes con lluvia con viento y con nubes
Por eso te respondo dándote las gracias por todas las cartas que faltan por tu voz y por tus silencios por los recuerdos y por los olvidos por los encuentros y por las separaciones por la limosna de tus visitas en sueños
Soy feliz porque a pesar de todo todo hacia ti me lleva. |
Del poemario Dwie ciemności [Dos oscuridades] (1984)
CZUWANIE
Nie po to dana ci bezsenność abyś uciekał w chemię odrętwienia lecz abyś przez osocze nocy przenikał w każdą ciemność wchodził przez mury więzień
do sal szpitalnych gdzie ktoś długo woła byś czuwał przy umarłym gdy rodzina zasnęła przy tym kto płonie na stosie sumienia przy rodzącej i przy umierającym w jednym krzyku czuwać ta łaska jest ci dana abyś w ciemność modlitwy schodził jak w jaskinię co jest szczytem i tam najgłębiej w niewidzialnym centrum zobaczył w błysku ten bok i tę ranę i przypadł do nich sercem i ustami |
EN VELA
No te concedieron el insomnio para eso para que te evadieras con la química del sopor sino para que atravesando el plasma de la noche penetrases en cada oscuridad cruzaras los muros de las cárceles
hasta alcanzar las salas de los hospitales en las que hay quien llama desde hace mucho para que velases junto al que ha muerto cuando a la familia la vence el sueño junto a quien arde en la hoguera de su conciencia junto a quien da a luz y junto a quien expira dando un grito estar en vela esa gracia te concedieron para que descendieras a la oscuridad de la oración como a una cueva que también es cumbre y allí en lo más profundo en su centro invisible vieras el destello de ese costado y de esa herida y te arrojases sobre ellos con tu corazón y con tus labios |
Ewa Lipska: breve semblanza bio-bibliográfica por Antonio Benítez Burraco
Poetisa polaca nacida en Cracovia en 1945, se formó en la Academia de Bellas Artes de su ciudad natal, aunque ha desarrollado su labor profesional en diversas revistas, periódicos y editoriales, como especialista en poesía. Entre 1991 y 2001 dirigió el Instituto Polaco de Viena.
Aunque siempre ha defendido su independencia como creadora, cronológicamente y también en razón de los motivos predominantes en sus primeros poemas, Ewa Lipska forma parte de la denominada «generación del 68», también conocida como «Nowa Fala» [«Nueva Ola»], a la que también pertenecen poetas tan significativos como Stanisław Barańczak, Adam Zagajewski, Ryszard Krynicki o Julian Kornhauser. En estos poemas, que se inspiran en los acontecimientos más cotidianos y en las emociones humanas más corrientes, sin establecer nunca grandes generalizaciones, se busca, sobre todo, tratar de liberar al lenguaje de la servidumbre que le había impuesto el régimen comunista en tanto que herramienta al servicio de la propaganda ideológica. En estas primeras obras, escépticas y paradójicas, se ha querido ver la influencia de una poetisa de la talla de Wisława Szymborska. Por el contrario, en sus composiciones más recientes se advierte una mayor complejidad conceptual y formal, que se traduce habitualmente en una profusión de complejas metáforas (cuyos referentes suelen ser múltiples y en ocasiones no fáciles de identificar) que se desenvuelven con frecuencia en un espacio onírico o surrealista, que sugiere que la imaginación es la única vía de escape de un mundo plagado de peligros y de sufrimiento.
Ewa Lipska es autora de numerosos poemarios, entre los que destacan Wiersze [Versos] (1967), Drugi zbiór wierszy [Segunda colección de versos] (1970), Trzeci zbiór wierszy [Tercera colección de versos] (1972), Czwarty zbiór wierszy [Cuarta colección de versos] (1974), Piąty zbiór wierszy [Quinta colección de versos] (1978), Żywa śmierć [La muerte viva] (1979), Przechowalnia ciemności [Consigna de la oscuridad] (1985), Wakacje mizantropa [Las vacaciones del misántropo] (1993), Sklepy zoologiczne [Tiendas zoológicas] (2002), Ja [Yo] (2003), Gdzie indziej [En otro lugar] (2006) y Drzazga [La astilla] (2006). Su último título publicado es Pomarańcza Newtona [La naranja de Newton]. Su obra ha sido merecedora de numerosos premios literarios, destancando, entre otros, el Premio Kościelski (1973), el Premio del PEN Club Polaco (1992) y el Premio de la Fundación Jurzykowski (1993). Sus versos han sido traducidos a diversas lenguas europeas, incluyendo el inglés, el checo, el danés, el holandés, el alemán y el húngaro.
Ewa Lipska: poemas Traducción de Anna Sobieska y Antonio Benítez Burraco
Del poemario Drzazga [La astilla] (2006)
DRZAZGA
Lubię panią pisze do mnie dwudziestoletni poeta. Początkujący cieśla słów.
Jego list pachnie tarcicą. Jego muza drzemie jeszcze w różanym drewnie.
W literackim tartaku ambitny hałas. Czeladnicy okładają łatwowierny język fornirem.
Przycinają nieśmiałe sklejki zdań. Wystrugane heblem haiku.
Problemy zaczynają się z wbitą w pamięć drzazgą.
Trudno ją wyjąć jeszcze trudniej opisać.
Lecą wióry. Ogryzki aniołów. Pył do samego nieba. |
LA ASTILLA
Usted me gusta, me escribe un poeta de veinte años. Bisoño carpintero de palabras.
Su carta huele a tablones. Su musa aún dormita en el palo de rosa.
En la serrería de la literatura, un esforzado bullicio. Los aprendices revisten de madera a la crédula lengua.
Van cortando los tímidos contrachapados de las oraciones. Haiku tallado a cepillo.
Las dificultades aparecen con esa astilla clavada en la memoria.
Es difícil arrancarla y aún más difícil describirla.
Vuelan las virutas. Mondaduras de ángeles. Polvo hasta el mismo cielo. |
JA – ONI
Podziwiam was kiedy przekraczacie szybkość i mkniecie jak depesza jednokierunkową historią.
Rumieni się wasz pełnoletni kabriolet. Czerwona kula losu.
A ja holowana przez zdyszaną ciężarówkę macham do was testamentem w którym zapisuję wam zapasową rzeczywistość.
A wy wypełnieni po brzegi młodością wyprzedzacie mnie na cały głos zagłuszając arytmię silnika i zużyty puls opon. |
YO - ELLOS
Siento admiración por vosotros, que transmitís velocidad, que voláis cual telegrama por la vía de sentido único de la Historia.
Se sonroja vuestro descapotable mayor de edad. Roja bala del destino.
Yo, en cambio, remolcada por un camión que resuella, os hago señas agitando el testamento por el que os lego una realidad de recambio.
Mas vosotros, llenos hasta los topes de juventud, me dejáis atrás a todo volumen, ahogando la arritmia del motor y el fatigado pulso de los neumáticos. |
Del poemario Pomarańcza Newtona [La naranja de Newton] (2007)
CORAZ DALEJ
Rzucam przed siebie kilometry. Kości do gry. Przedłużam iluzję.
Na poboczach wstawiam lustra złudzeń. Miraże wiecznego pomysłu.
Dalej. Dalej. Coraz dalej. Przelewam swoje życie na konta nowych miast.
Mijam dadaistyczne granice. Karuzele wielojęzycznych nocy.
Coraz dalej od zachrypniętych stagnacji. Nieruchomej prawdy doświadczenia. Bezruchu psa.
Na mijanych reklamach czytam po grecku polskie słowa i śmieję się w głos.
Coraz dalej jest coraz bliżej mnie. |
CADA VEZ MÁS LEJOS
Arrojo ante mí kilómetros. Dados para una partida. Prolongo la ilusión.
En los arcenes coloco espejos de quimeras. Espejismos de una idea eterna.
Más lejos. Más lejos. Cada vez más lejos. Transfiero mi vida a la cuenta de nuevas ciudades.
Atravieso fronteras dadaístas. Tiovivos de noches políglotas.
Cada vez más lejos de anquilosamientos sin voz. De la inmóvil verdad de la experiencia. De la inercia perruna.
En los anuncios que voy dejando atrás, leo palabras polacas escritas en griego y me río a carcajadas.
Cada vez más lejos viene a ser cada vez más cerca de mí misma. |
POMARAŃCZA NEWTONA POCHODZENIE
My właśnie jesteśmy.
Leżymy w białym ogniu korzystając z rezerwowej miłości.
Polujemy na ciąg dalszy.
Obok huczy pralka wagnerowskich tenorów. Wiruje chór piany.
Podczas wstępnego prania białe skarpetki anioła.
Zamglone jedwabie bielizny. Fakty lnu.
Intrygują ambitne energie słoneczne. Oszczędne wiatraki Don Kichota. Miłosny reaktor atomowy.
Nasz kraj ze strony matki należy do Wschodu.
Na nizinach szorstkie sukno munduru. Salon na peryferiach.
Po ojcu Europa i kosmetyczny pakt. Wygładzanie zmarszczek.
Jesteśmy na wysokości Sokratesa. Przepływamy przez Achmatową.
Mijają nas narciarze z mroźnej jednoaktówki.
Kontrabas szarpie strunę. Uderza w czuły ton.
Oni już byli. My właśnie jesteśmy. Wy dopiero będziecie.
Bóg wypłaca z automatu zło.
Kołysze się pomarańcza Newtona. Lekko kwaśny smak. |
LA NARANJA DE NEWTON: EL ORIGEN
Nosotros somos en este preciso instante.
Yacemos sobre un fuego blanco merced a un amor de repuesto.
Andamos a la caza de una continuación.
Cerca, retumba la lavadora de los tenores wagnerianos. Se arremolina el coro de la espuma.
Durante el prelavado, blancos calcetines angelicales.
Sedas nebulosas de la ropa blanca. Hechos tejidos en lino.
Intrigan las ambiciosas energías del sol. Los ahorrativos molinos de Don Quijote. Los amorosos reactores nucleares.
Por parte de madre, nuestro país pertenece al Este.
Sobre las llanuras, el áspero paño de los uniformes. Un salón en la periferia.
Por parte de padre, a Europa y al pacto cosmético. Planchado de arrugas.
Nos hallamos a la altura de Sócrates. Cruzamos a nado en pos de Ajmátova.
Nos dejan atrás los esquiadores de la glacial pieza en un sólo acto.
El contrabajo pulsa con fuerza su cuerda. Acomete un tono tierno.
Ellos ya fueron. Nosotros somos en este preciso instante. Vosotros apenas si estáis empezando a ser.
Dios paga el mal desde un cajero automático. Se balancea la naranja de Newton. De sabor ligeramente agrio. |
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