Rescatamos
La gravedad y la manzana, Beatriz Villacañas
Devenir, 2011
«Venciendo la gravedad»
Carmelo López-Arias en Elsemanaldigital.com
«La última obra de la poetisa Beatriz Villacañas juega con la capacidad de las palabras para frenar el determinismo de las cosas, la aplicación inexorable de una ley física al alma humana.
La sensibilidad en el concepto, la lectura cadenciosa y, cuando opta por la rima, una sonoridad original donde la poetisa alumbra en realidad, más que verbo, música: así podríamos caracterizar la poesía de Beatriz Villacañas, doctora en Filología, profesora en la Universidad Complutense de Madrid y, ante todo, creadora.
Lo lleva en la sangre, como hija del poeta Juan Antonio Villacañas, a quien dedica un hermoso cuarteto contenido en La gravedad y la manzana (Devenir): «Qué nueva identidad me dio tu muerte, / qué nuevo amor con el que hablo contigo, / me dio un lenguaje libre de palabras / y un infinito amigo» ».
El juramento de la pista de frontón, John Ahsbery
Traducción e introducción de Julio Más Alcaraz, Calambur, 2011
«El juramento de la pista de frontón»
Sáenz de Zaitegui en El Cultural
Finnegans Wakecon la intención de mantenernos ocupados durante trescientos años (de momento, su plan funciona), John Ashbery se propone crear un poema del que seamos incapaces de decir una sola palabra. Los críticos no somos malas personas. O no tanto como para merecer esto.
Alguien dijo que el hombre será inmortal cuando decida serlo. El juramento de la pista de frontón se acerca bastante a ese punto de no retorno».
Wen Fu: Prosopoema del arte de la escritura, Lu Ji
Edición bilingüe de Pilar González España, Cátedra, 2011
«Wen Fu: Prosopoema del arte de la escritura»
Antonio Colinas en El Cultural
« Avanzan entre nosotros las cuidadas ediciones de la literatura primitiva de Extremo Oriente. En concreto, de sus poetas; o, como sucede en el caso que comentamos, de ese tipo de libros que, en puridad, no podemos clasificar dentro de un único género. Por eso, ante la obra de Lu Ji, bien podemos decir que, siendo un libro con un sustrato teórico importante, la poesía y la reflexión, se funden idealmente para dar lugar a una de esas obras inclasificables. Aquí, la teoría en torno al “arte de la escritura” se pone en evidencia de una manera original -también sucedía en El corazón de la literatura y el cincelado de dragones, de Liu Xie, vertido en su día por Alicia Relinque-, pero casi siempre en la literatura china hay un afán de fundir los géneros literarios. Así sucedió desde los relatos cargados de pensamiento de Zhuang Zi hasta obras como el monumental Sueño en el pabellón rojorecientemente editado por el Círculo».
Rapsodia, Pere Gimferrer
Six Barral, 2011
«La cifra de la luz»
Ángel L. Prieto de Paula en El País
«El sólido prestigio de Pere Gimferrer (Barcelona, 1945) no le ha impedido embarcarse en arriesgados proyectos en los que juega al todo o nada, como si tuviese que trepar a un trono olímpico que ocupa sin disputa desde hace casi medio siglo. El autor que en 1966 había anegado el imperio del realismo con un río de imágenes surreales (Arde el mar), y que dos años después emitía un largo lamento semivelado por los brillos cinematográficos (La muerte en Beverly Hills), dio un primer quiebro cuando mostró al aire las raíces de un yo que, hasta entonces, aparecía y desaparecía en sus irisaciones culturalistas. Lo hizo en catalán (Els miralls, 1970), la lengua de su poesía durante varias décadas. Luego siguieron títulos como L’espai desert (1977) oCom un epíleg (1981), que amagaba con ser la cala del silencio definitivo. Pero el poeta volvió a sorprender con Mascarada (1996), donde a sus motivos anteriores se sumaba una poderosa carga de protesta civil. No sería su última inflexión. Amor en vilo (2006), otra vez en castellano, daba curso a un autobiografismo erótico y desmedido, que aturdió a muchos lectores tanto más cuanto que el autor había trabajado desde sus comienzos con correlatos objetivos y otros resortes para rebajar el confesionalismo. En este punto, y tras Tornado(2008), se entiende la expectación ante Rapsodia, el nuevo y excelente libro de Gimferrer».